Gloria Moreno Galvis
Elegí ser maestra puesto que es la profesión que desde pequeña ha estado en mi mente, y que al transcurrir el tiempo no ha cambiado, sino por el contrario cada día a través de las pocas experiencias que he tenido en las prácticas pedagógicas me he dado cuenta que es lo que quiero y lo que en un futuro no muy lejano voy a ser.
El significado de ser maestra no es simplemente estar con ellos y hacerles actividades, ya que así es como lo toman muchas personas que no saben en verdad lo que es compartir con ellos y aprender. No falta la persona que ha dicho: “vas a estudiar para ser docente, que mamera”, “pero si no vas a ganar mucho dinero “, “elige algo que en verdad valga la pena”. Cada profesión tiene su tipo de persona para desempeñarlo, así como hay personas que no van con las matemáticas ¿cómo van a estudiar alguna ingeniería?
Yo creo que la mayoría de las mujeres, en su futuro querrá tener una familia conformada por papá, mamá, e hijos por lo que mi profesión es una pequeña ayuda para el día en que nos toque traer a alguien a este mundo. Puesto que estando con los niños así como uno les enseña y ellos aprenden, nosotras también aprenderemos de ellos, inclusive muchas cosas de las que no teníamos ni idea…
Me siento orgullosa de estudiar esta profesión, porque se que el día de mañana seré una gran maestra….
Una maestro tiene tantas vocaciones ocultas que pasa de ser la mas valiente enfermera, al medico especialista que define si ese dolor presagia una enfermedad o si se trata de un difícil problema familiar, a la psicóloga que calma todos los miedos, o incluso al mas inspirado filosofo que explica los enigmas de la vida.
ResponderEliminarUna maestra es además mamá, cocinera, chofer, administradora, abogada y consejera. Claro esta que la magnitud de sus capacidades es directamente profesional a su falta de objetividad: para un maestro, el alumno será el ser más hermoso, inteligente, tierno, cariñoso, gracioso, serio…
La imaginación sin límites también caracteriza a una maestra. Ellas en sus cuentos diarios, son capaces de convertir la Caperucita Roja en la mejor amiga de Pocahontas o, a Batman en el enamorado de Blancanieves cuando el repertorio tradicional se ha agotado.
Aunque hayan pasado muchos años desde que lo aprendieron, ellas dominan el uno más uno, las tablas de multiplicar, a Simón Bolívar y a Cristóbal Colón. Se convierten de la noche a la mañana en la mejor enciclopedia y en el más completo de los diccionarios.
Una maestra tiene los brazos mas reconfortantes y tranquilizadores y en ellos cabe uno, dos, tres y hasta veinte alumnos. Sus manos son mágicas: dan confianza, seguridad e incluso alivian dolores y eliminan tristezas.
Una maestra aunque termine rendida su jornada de trabajo, siempre estará dispuesta a una caricia, a un abrazo, a llenar de alegría o consuelo. Las maestras son aquellas que se acercan de puntillas a dar el último beso al finalizar la jornada.
Para una maestra aunque sus alumnos sean ya hombrecitos y mujercitas son su propia historia, y seguirán siendo por siempre “los niños”.
GLORIA MORENO…